26 Jul El caso del contratista que timó al banco
Años atrás recibí una llamada de un bufete de abogados muy famoso preguntándome acerca de un documento que había publicado en mi sitio web.
Sin excesivas presentaciones me dejaron anodadado.
Más tarde supe que una empresa contratista de otra había usado la firma que se encontraba en una carta de recomendación publicada en mi web para falsificar una letra en un banco.
Lo que me dejó atónito. ¿De verdad era tan fácil estafar a un banco?
Desafortunadamente para el timador el desfalco fue importante y obviamente le pillaron y hubo pleito.
En mi caso no hubo consecuencias pero aprendí una lección importante:
Nunca publiques tu firma en internet.
A lo sumo, invéntate una que no tenga ningún tipo de validez.
—
Querido lector,
¿Alguna vez falsificaste algunas notas del colegio?
Si te ha gustado este contenido te animo a leerme mañana, como cada día, en https://francescricart.com/blog
Entradas relacionadas:
En Tarragona hay un pequeño estanco que se está convirtiendo en un referente en el sector de los puros. ¿Qué están haciendo distinto al resto?
Extracto de una conversación real: Desconozco cuando y por qué tengo un perfil en Linkedin. ¿Lector, esta conversación es contigo?
Unas pequeñas modificaciones en mi sitio web me han llevado a pensar lo mejor. ¿me habían hackedado?
De nada sirve trabajar bien duro si tu cliente no te presta atención. Exactamente lo mismo que con un regalo en una fiesta de cumpleaños.
¿Has sido culpado o has culpado injustamente? Nada más lejos de la realidad. Sucede en casa y por supuesto en el trabajo.
A trompicones por el metro de Barcelona me he dado cuenta de que el problema no son determinadas redes sociales sino el smartphone.
No Comments