¿Te gusta que te digan lo que tienes que hacer?
Existe un extraño fenómeno por el cual algunas personas se niegan rotundamente a hacer algo que es de menester pero que no han elegido.
Por ejemplo tengo un amigo que odia hacer llamadas.
No tiene ningún problema por hacerlas cuando surge de él espontáneamente. De hecho lo hace a menudo para su trabajo.
Pero cuando soy yo quién le pide que lo haga… es otro cantar.
¿Te ha pasado alguna vez?
Pánico al teléfono
¿Si te niegas a hablar con tus clientes como vas a tirar adelante tu negocio?
No te puedes permitir dejar de hacer una llamada porqué no te apetece o porqué te sientes mal.
Hay que hacerlo.
Coge el maldito teléfono y úsalo siempre que sea necesario.
No dejes que el «brownie» se haga todavía mayor.
Retrasarlo sólo hará que empeorar la solución.
Debes quitártelo de encima cuanto antes.
Si no la iniciativa no te corresponde y aún así tienes que intervenir… reflexiona.
Nunca deberías sentir vergüenza por hacerte pesado por solucionar algo que no es tu culpa.
Imagina que hay que comunicar a un cliente una mala noticia y no te corresponde a ti hacerlo.
Que tu compañero no asume su responsabilidad.
¿Embarazoso verdad?
Si te hace sentir mal de verdad hay ocasiones en las que no hay más remedio que tomar tu la iniciativa.
Pero luego se consecuente.
Deberás tomar decisiones al respecto.
Muy probablemente este negocio no va a tener futuro.
Reflexiona sabiamente.¡Hola!
Querido lector,
Hay un interesante debate sobre si es mejor emprender sólo o acompañado.
En la soledad hay pros y ventajas. ¿Que opinas tu?
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