La llegada del verano suele significar el fin de muchas acciones formativas y el inicio de otras.
A estas alturas me gusta reflexionar sobre la idea de cuales eran las expectativas iniciales y si has cumplido con tus propósitos.
Fin de curso
Puntualidad, absencias, falta de motivación,… suelen ser un clásico para ciertos alumnos.
Satisfacción, proyectos, preguntas,… son la constante en otras ocasiones.
¿A qué grupo perteneces tu?
¿Y ahora qué?
Nos gustan las rutinas.
Durante unos meses hemos tenido el calendario lleno y nos hemos sentido ocupados.
Llegando al final y viéndolo cada vez más cerca no podemos evitar sentirnos un poco angustiados.
¿Con qué ocuparemos ahora nuestro tiempo?
Me satisface enormemente cuando un alumno consigue directamente o indirectamente un empleo relacionado con su nueva oportunidad laboral.
También cuando lo aprendido será aplicado y no arrinconado en un cajón.
En cualquier caso es un buen momento para parar y reflexionar.
Toca parar y planificar.
¿Ha merecido la pena el esfuerzo dedicado?
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