Ese día yo era apenas un renacuajo que pensaba que acompañaba a su hermano mayor a la escuela.
Mis padres me dejarían a mi también y el momento jamás la olvidaría. Empezaba una de las experiencias más maravillosas de mi vida: la escuela.
Salvo que lo que yo quería en ese instante era volver a casa.
¿Por qué me habían abandonado?
Todavía no lo sabía pero aquel instante marcaría mi camino.
El primer día en una formación
¿quiénes serán mis compañeros? ¿cómo será el profesor? ¿y las instalaciones?
¡Por favor dime que habrá aire acondicionado y que el proyector se verá bien!
Son muchas las dudas el primer día.
Si preguntáramos a todos los alumnos por los momentos más intensos probablemente este es uno en los que la mayoría coincide.
No por los trámites burocráticos habituales sino por el cruce de miradas entre compañeros y profesores.
¿quién será el primero en preguntar? ¿será una duda razonable?
¿cuántos de los que estan en clase llegarán hasta el final de curso?
El final de curso
Todas las quinielas ya las han hecho los alumnos.
¿quién habrá acertado?
Llegados al final son muchas las horas sobre las espaldas.
Como en cualquier familia ha habido tiempo para reír, para enfadarse y reconciliarse, y algunos hasta para convertirse en socios o amigos.
En algunas ocasiones hay una cena o fiesta. Hasta aplausos.
En otras se termina sin más y hasta otra.
Recuerdos
Piensa ahora en algo que hayas estudiado.
¿Qué porcentaje de la materia recuerdas? ¿La aplicastes?
¿El profesor?
¿hay algún compañero con el que mantengas el contacto aunque sea ocasionalmente?
Si has respondido afirmativamente alguna de las preguntas amteriores entonces la formación te resultó de utilidad.
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Querido lector,
Siento vértigo cuando pienso en la velocidad con la que olvidamos.
Por fortuna el blog es una buena herramienta para luchar contra la amnesia.
Si te ha gustado este contenido nos leemos mañana como siempre con un nuevo contenido en el blog.
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