A fecha de hoy se puede decir que sé más bien nada de inteligencia artificial excepto que algunos de los lenguajes más usados son C++, Java y Python y que hay algunos más.
Recientemente han operado a mi abuelo de colon con un robot que no necesitaba la presencia de un cirujano en la sala. Hubiese podido estar en cualquier lugar del mundo.
¿Imaginas robots que propusieran al cirujano donde, como y cuando cortar o coser?
¿incluso que avisaran en caso de detectar algún riesgo sobrevenido para el paciente o error del cirujano?
¿robots a distancia que aprendieran de cada intervención?
O mejor, un único robot por tipo de intervención que operara a todos los pacientes del mundo afectados de una misma dolencia.
Esta es sólo una probable y futura aplicación de los robots.
O mejor dicho, de la inteligencia artificial.
Ahora está de moda hablar de Asimov. Tiene mérito que lo imaginara con tanta anticipación.
Del mismo modo que Julio Verne imaginó que el hombre llegaría a la Luna, Asimov pensó en el cerebro positrónico.
Ante este contexto, cuando tengo la fortuna de enseñar a programar a adolescentes les digo que aprovechen la oportunidad. El futuro es suyo si aprenden cualquier de los lenguajes nombrados al inicio de este escrito.
—
Querido lector,
La programación es una de las mejores inversiones de tiempo que podemos hacer. Muchos empleos que hoy no imaginamos requerirán el dominio de lenguajes de programación que incluso hoy, ni siquiera podemos imaginar.
Si te ha gustado este contenido te animo a leerme mañana, como siempre, en https://francescricart.com/blog
Deja una respuesta