En una celebración entre amigos un viejo compañero de promoción me ha preguntado:
– Francesc, ¿como terminaste haciendo de profesor?
Bien. La respuesta es obvia. La vida te lleva por caminos que nunca imaginas.
Siempre que me lo pregunta un alumno me gusta responder que fue una opción vocacional.
Lo cierto es que necesité cursar ingeniería industrial y pasar un breve periodo por la empresa privada para saberlo.
¿Una historia bien hilada verdad?
¿Qué tal ser autónomo?
Desengañémonos. Ser autónomo es desgraciadamente asumir que tendrás lo peor de ser asalariado y lo peor de ser empresario.
Sin embargo si fuera tan malo no seriamos millones de trabajadores por cuenta propia en nuestro país verdad?
Quejarse es deporte nacional. Ser autónomo tiene cosas buenas.
Aunque es verdad que en ocasiones el estrés y la presión es muy exigente.
Para ser autónomo es necesario trabajo, una cabeza bien amueblada y que la suerte te encuentre trabajando.
¿Docente o consultor web?
Una actividad retroalimenta la otra. A nadie negaré que mi mayor facturación la debo a la formación.
Pero trabajar para el mundo privado me permite estar actualizado y mantiene viva la garra por crecer.
Es como un taburete. Formación – consultoría – marca personal.
Si falla una pata todo se cae.
Sería muy cómodo para mi olvidarme de la consultoría y dejar de aceptar retos. Pero entonces mi actividad profesional pasaría a ser caduca.Querido lector,
¿Hay en tu familia empresarios o trabajadores por cuenta propia?
Pregúntales si de hoy para mañana cambiarían de vida.
Puede que si. Puede que no.
¡Nos leemos mañana como siempre con una nueva publicación en el blog!
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