A mi izquierda unos cuantos folios en blanco por si algún alumno los necesita para resolver el examen.
Ante mi un grupo de intrépidos alumnos que han trasnochado para poder estudiar, a continuación han ido a trabajar y por la tarde aquí están sentados evaluándose de Javascript.
Se han esforzado mucho.
Han sacrificado muchas horas por aprender una materia que no es fácil de aprender ni de enseñar.
Te confieso un secreto:
Soy la persona más nerviosa del aula.
¿Qué nota me voy a poner?
Me importa constatar si los alumnos realmente han aprendido y hasta dónde han llegado.
¿He sido un buen profesor o un mal profesor?
Indirectamente yo también me evalúo por mis actos y decisiones.
Si a todos les va mal el examen es que debo ser crítico conmigo mismo y mejorar.
Si a todos les va bien entonces es probable que el examen fuera demasiado fácil.
Si algunos les va bien y a otros les va mal entramos en el territorio gris. Hay quien siempre les irá bien. Y sin embargo, a menudo hay un pequeño grupo de alumnos que marcan la línea roja. Si aprueban por méritos propios entonces es cuando sé que lo he conseguido.
¿Habré logrado de verdad enseñar?
¿Y después qué?
Hacer una lectura objetiva de como ha ido el examen no siempre es fácil.
Un alumno puede sacar una nota baja y ser un éxito. O viceversa.
En ocasiones me gusta hablar con toda la clase.
En otras prefiero hacerlo individualmente alumno por alumno.
Siempre es deber del profesor explicar a todos los estudiantes dónde han fallado y como pueden mejorar. Desde el que ha sacado menor nota al que le ha ido mejor.
En cualquier caso, una evaluación es siempre una oportunidad para encarar lo que quede del curso tanto si va bien como si va mal.¡Hola!
Querido lector,
Mis queridos estudiantes siguen examinándose.
Estoy ansioso por corregir sus pruebas. Ya les contaré…
¡Si te ha gustado este contenido te animo a seguirme en mi perfil de empresa de Linkedin!
Deja una respuesta