Dejar los problemas personales en la cocina

A veces los problemas no respetan que estás en clase. Pero por otra parte ni siquiera son problemas, no son nada, pero tienen la suerte de que nosotros les demos un status , y así todo lo que implique emoción, no siempre tiene que ser algo malo. Incluso en el aula, sin duda que si eres humano aprendes mucho más que diseño o programación, porque como nos obliga a indicar el «recaptcha: «no soy un robot», aunque hayamos llegado al punto de tener que «firmarlo». Bueno? Malo?, simplemente es, mientras nos permita conservar nuestra calidad humana, que sea. De hecho cuando perdamos esa condición de humanos, la mayoría ni se habrá dado cuenta. A día de hoy a veces me pregunto si no es mejor perderla ya que las virtudes humanas son cada vez más escasas y/o indefinidas, parecen diluirse en pantallas de superficialidad, y pseudo-espiritualidad, trampas mediáticas que nos confunden y atrapan. Y donde quedamos nosotros?, los verdaderos nosotros, encerrados en nosotros mismos, ocultándonos en la tecnología, con miedo a distinguirnos por lo que somos, con vergüenza de ser y parecer humanos, enmascarando nuestra esencia en una apariencia que nos haga creíbles y aceptables, intentando cumplir con las expectativas, casi siempre ajenas, de lo que se debe ser, cumpliendo con el deber que nos impone la sociedad y no con la necesidad que nos reclama nuestro espíritu. Lo mejor y peor es que la «programación» a la que estamos sometidos es tan buena que ni nos damos cuenta lo que está ocurriendo. Pero en definitiva todos hacemos lo que podemos, desde nuestra experiencia de vida, desde nuestro aprendizaje de vida, y desde nuestro desconocimiento, a veces más, a veces menos.. El privilegio es estar en tu clase, seguro que todos aprovechamos de distinta forma el poder estar en tu curso. Gracias por tu paciencia, que te hace un buen ser humano.