Con el verano llegan las típicas retenciones. ¿Qué mejor excusa para planear a medio y largo plazo?
Siempre me gusta pensar que los meses de junio, julio y agosto tendré tiempo suficiente para hacer todo aquello que no me ha dado tiempo la primera mitad del año.
Ni el otro.
Ni el anterior.
Lo cierto es que tradicionalmente estos meses se me quedan cortos y acabo no haciendo todo lo que me había planteado a nivel laboral.
Julio y agosto suelen ser meses flojos en cuanto a la impartición de cursos y suelo dedicar mi tiempo a los mantenimientos y servicios web.
Formarse
Aprender y reciclarse es siempre una prioridad.
La docencia y el día a día me permiten estar al día en mis especialidades.
Las preguntas de los alumnos te obligan a estar sienpre alerta a las novedades que van surgiendo y a cubrir flecos.
Sin embargo es necesario salir de la comodidad inherente en estudiar materias que ya dominas.
Lanzarse a la aventura 180°.
Por ejemplo el diseño nunca ha sido mi punto fuerte.
No me averguenzo en confesar que sería maravilloso dominar photoshop e illustrator en profundidad.
O incluso aprender nuevos lenguajes que ahora están tan de moda. ¿Phyton?
Hace años que quiero hacerlo y por A o por B termino priorizando necesidades cortoplacistas.
Descansar
Soy autónomo.
¿Por qué no?
Bueno. Ni que sea un poco nunca viene mal un poco de humor. 😉
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Queridos lectores,
Con el calor todo se siente distinto.
¡Es momento de definir prioridades!
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