Disculpe profesor, creo que no le entendido bien. ¿Me lo puede explicar un poco más visual por favor?
Cuantas veces un profesor se ha bloqueado con una explicación en clase.
Lo que a algunos les parece una obviedad para otros puede parecer un auténtico jeroglífico.
Y es que enseñar con el ejemplo adecuado a cada situación en ocasiones puede llegar a ser realmente difícil.
Porqué estés fatigado mentalmente.
O porqué tu creatividad del día no de para más.
Existen ocasiones en las que no se puede improvisar y necesitamos tirar de biblioteca.
Para ello nuestro pequeño catálogo de ejemplos siempre tiene que estar bien nutrido.
Cada maestrillo tiene su librillo
Si digo que la experiencia es un grado no voy a sorprender a nadie.
A medida que se van sucediendo las clases experimentas con metodologías y formas distintas de explicar una misma idea.
Algunas formas funcionan mejor que otras.
Y con el tiempo estos ejemplos van conformando tu metodología.
Anotar los ejemplos que mejor nos han funcionado puede dar cierta pereza justo después de una explicación. Pero nos hará ganar tiempo mañana si pasado un tiempo necesitamos repetir el mismo curso con otro grupo de alumnos.
Me gusta ir actualizando mis materiales docentes para poderlos ir reciclando cada vez mejor.
Es necesario ser flexible y muy empático
Un mismo ejemplo no le va a servir a todo el mundo.
Es lo mismo que si aseveras que una dieta para adelgazar le va a funcionar de maravilla a dos personas con ritmos biológicos distintos.
Exactamente igual que cuando realizas un DAFO para una empresa.
Todas son distintas y tienen sus particularidades.
El diagnóstico puede ser similar pero los objetivos, estrategia y acción completamente distintos.¡Hola!
Querido lector,
¿Como docente utilizas siempre los mismos ejemplos? ¿Hay algunos que no funcionen siempre igual?
¡Si te ha gustado este contenido te animo a seguirme en mi perfil de empresa de Linkedin!
Deja una respuesta