Hace algún tiempo un alumno le pidió a un centro formativo de Sabadell si le podían ayudar a encontrar una empresa dónde se hicieran webs en código para así poder sacar más provecho de sus prácticas
La respuesta del centro fue un poco desafortunada.
– A mi me gustaría tener un *** y no lo tengo.
Le hubiesen podido dar a entender lo mismo con mayor empatía.
Bien.
Hoy ha sido día de visitas comerciales así que me he encontrado un par de casos.
Saber reciclar sólo lo esencial
Si un Dacia lo quieres completar con todos los accesorios de un Audi entonces mejor sube de gama de coche o pagarás dos veces.
Exactamente igual sucede con una página web.
No se puede pretender disponer de la última moda en una carrocería de más de 5 años.
En el mundo online todo va tan veloz que aún pudiendo reaprovechar mucho en ocasiones es necesario hacer una buena limpieza y quedarse con lo esencial: el contenido.
El resto se debe rehacer.
La más bonita del baile
Cuando voy a comprar coches me quedaría con un Tesla.
Se puede tocar y mirar.
Después hay que volver a la realidad.
Un pequeño negocio quería la web de un gran grupo que tenía todo un equipo generando contenido para su web.
El pequeño negocio no tenía claro lo que necesitaba para si pero quería copiar la web del gran grupo a precio de ganga.
Al final he pensado en el caso de aquel alumno de Sabadell.
No sabía como explicar que no podía ser y mi respuesta debía ser flexible.
Así que he obtado por callarme y darme tiempo para pensar.
—
Querido lector,
Por muy contrariado que estés nunca conviene dar un no categórico por respuesta.
Suele haber un si flexible.
¿si se plantea tal vez se pueda subir precio?
¡Si te ha gustado este contenido nos leemos mañana como siempre, con un nuevo escrito en el blog!
Deja una respuesta