Un familiar cercano se acaba de comprar el teléfono de vanguardia de la casa de la manzana.
Hace 8 años que no compraba un iphone. Los anteriores siempre le han dado buen resultado y sumado a que iba heredando dispositivos, hasta ahora nunca había considerado la necesidad de comprar uno nuevo.
El sentimiento de marca
Me ha sorprendido su observación más sincera de que si bien notaba que el nuevo teléfono le resultaba familiar todo era de más calidad.
No tiene la mejor pantalla, ni la mejor cámara, ni el mejor procesador. Sin embargo a un coste de vértigo ella le notaba algo indescriptible pero que se podía intuir que justificaba el precio.
Yo no lo aprecio ni lo cuestiono.
Así que he pensado, ¿será esto lo que transmite la marca Apple?
No imagino a nadir gastándose semejante importe teniendo en cuenta la competencia aunque lo respeto.
Yo soy más de Samsung.
La velocidad del cambio
También me ha llamado la atención que me dijera que siempre se ha considerado hábil con las tecnologías. Y que sin embargo reconocía la necesidad de adaptarse al nuevo sistema operativo.
Aunque más allá, el sentimiento de que se trata de algo generalizado en todas las áreas del saber y la técnica.
Coincidimos.
Reciclarse o dejarlo estar.
Es algo inevitable.
—
Querido lector,
¿Nike o Adidas? ¿Google. Bing o Yandex?
¿Hay alguna motivación extra por la que consumes cada marca?
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