Hoy cumplo 2 meses con la satisfacción de haber escrito cada día. Tal vez esta efeméride no te dice nada. Pero para mi significa mucho.
Por el momento han sido un total de 59 publicaciones (enero + febrero) sobre las temáticas que forman parte de mi día a día y de mi faceta como docente.
Encontrar la inspiración necesaria en algunas ocasiones ha sido realmente difícil. En otras simplemente me he dejado llevar por alguna materia explicada ese mismo día en clase.
Lo que si que puedo afirmar es que encontrar tiempo y energía nunca ha sido fácil.
Escribir a diario me ha traído cosas buenas:
- Ahora soy capaz de priorizar mejor aquellas actividades que realmente lo requieren. Me hago más listas que nunca y pienso sobre la conveniencia de dedicar una hora de calidad a determinadas tareas o no.
- He empezado a decir no cuando ha sido necesario.
- Aprovecho ratos muertos que antes eran sólo eso. Tiempo muerto.
- Cuando realizo tareas me concentro más en ellas para ganar tiempo disponible.
- He empezado a pedir ayuda a profesionales expertos en sus campos para finalizar a tiempo proyectos para empresas y profesionales.
- Paradójicamente estoy encontrando momentos para leer un libro cuando hace meses, incluso años, que no lo hacía.
- Estoy mejorando en cuanto a ortografía y agilidad mental para exponer mis ideas.
Pero también me ha ayudado a darme cuenta de un gran problema.
Escribir cada día desgasta mucho a nivel de conocimientos. Por ahora creo que puedo aguantar este ritmo por un gran periodo de tiempo. Aunque si cada día comparto todo lo que sé… ¿llegará un día que lo habré compartido todo?
Debo esforzarme en seguir aprendiendo para poder compartir contenido de valor. Lo cuál es también una forma de no acomodarme y seguir dando más cada día.
Veremos mis progresos…. ¡seguiré escribiendo!
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