Hace algunos años me encontraba trabajando como asalariado.
Era una posición cómoda. Aunque poco motivante. Ingeniero de excel como me gusta describir.
De vez en cuando yo o mi compañero de departamento teníamos que llamar a proveedores. Una responsabilidad compartida que me enseñó algo importante:
Obligar a alguien a hacer algo es en ocasiones contraproducente.
Por ejemplo hacer llamadas a proveedores sobre cuestiones incómodas.
¿Te ha pasado en alguna ocasión que saber que debes hacer algo y tienes planeado hacerlo pero aparece alguien que te fuerza a hacerlo antes que tu estés predispuesto?
La imposición genera rechazo.
Saber esperar
Nunca deberías culparte por algo de lo que no eres culpable.
En ocasiones las ganas de querer hacer bien tu trabajo son demasiado impetuosas e invaden a tu compañero.
Por el bien común conviene dejar respirar a tus compañeros de equipo. Podría ser peor.
Sus razones tendrán y tal vez es a ti a quien le falta información.
Problemas típicos en proyectos web
En proyectos web tus clientes no siempre te van a poner facilidades para que tu tarea sea sencilla.
Cuestiones básicas como los contenidos, material gráfico y fotográfico pueden convertirse en una pesadilla.
Nunca he entendido como es que algunas empresas pagan cantidades elevadas de dinero y luego se desentienden sobreentendiendo que para ello te pagan.
No puedes forzar tu cliente. Deberás ser suficientemente sujestivo para que entienda la necesidad de ser una parte activa.
De lo contrario deberás espabilar.
Si quieres ganarte la vida a menudo es lo que hay.
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Querido lector,
¿Cuales son aquellas tareas que detestas que te digan que las tienes que hacer?
¡Nos leemos mañana como simpre con un nuevo contenido en el blog!
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