¿Si tuvieras un día de 72h seguidas sin dormir que harías? Alguien que ha respondido por mi me ha dicho que seguramente trabajar y todavía me quedarían cosas por hacer.
Hubiese preferido que me respondieran que lo dedicaría a mi familia, amigos, ocio…
Pero creo que han acertado.
Trabajo infinito.
Levantas una piedra y entonces hay más.
Esto me ha hecho reflexionar. ¿Hay tareas que podrían quedarse sin hacer?
Ladrones de tiempo
En tu día a día existen muchas tareas que no son tan importantes como parece inicialmente.
Es el típico lo necesito para ayer porqué me he retrasado y ahora necesito que tu recuperes el tiempo perdido.
No tienes ninguna necesidad de cargar con las prisas de los demás.
Normalmente estos brownies terminan con un «ya no es necesario lo he solucionado por mi cuenta».
Pero tu ya te has puesto en marcha y ese esfuerzo después nadie te lo compensa.
Sólo la experiencia te ayuda a identificar estas situaciones.
Aunque tampoco puedes hacer oídos sordos sistemáticamente.
Algunas veces las razones de la urgencia son reales.
Saber decir basta
Que fácil es decirlo y que difícil me parece conseguirlo.
Cuando todo va viento en popa es muy tentador caer en la creencia de pensar que uno puede permitirse el lujo de renunciar a nuevos proyectos.
Sólo los que tienen negocio propio entienden que el declive empieza cuando uno se queda parado.
A mi me gusta describirlo como un volante de inercia.
Trabajar te ayuda a conseguir más trabajo. Pero en el momento en que dejas de hacerlo entonces cuesta muchísimo volver a arrancar la rueda.
A nivel profesional mi gran temor siempre ha sido romper el círculo virtuoso.
Aún así hay que aprender a quedarse con los mejores proyectos y descartar aquellos que entran en la categoría de roba tiempos.¡Hey querido lector@!
Esta ha sido mi reflexión de hoy. ¡Prometo no convertirme en un workaholic!
¡Hasta mañana!
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