La newsletter era muy simple:
Nuestros amigos de *** nos han obsequiado con 3 maravillosos días de AVERÍA EN NUESTRAS LÍNEAS.
Lamentamos las molestias que os haya podido ocasionar el lamentable servicio de **** y por ello os pedimos disculpas.
Ahora nuevamente estamos operativos y como siempre a vuestra disposición.
Spam de calidad.
Hasta he visitado su página web.
He visitado la página web y no he comprado
Soy lector habitual de algunas newsletters.
Me apunto y me borro de muchas.
Durante mucho tiempo he pensado que para que leas una newsletter sea exitosa es necesario que te aporte algo de valor.
Con el paso de los años me he dado cuenta que lo más importante no es el valor sino que te haga reír.
Vender o no depende de que el lector quiera comprar y le interese lo que ofreces.
Aunque si conectas con el lector ya has hecho el primer gran paso.
¡Hola!
Querido lector,
¡Si te ha gustado este contenido te animo a seguirme en mi perfil de empresa de Linkedin!
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