Quedarse pensando delante de una página en blanco y no encontrar la inspiración es fatigante.
Previamente ya he hablado del síndrome de la página en blanco.
Quería compartiros algo que pienso puede ser muy interesante pero cuando me he puesto a escribir me he dado cuenta que necesito documentarme más.
Escribir cada día requiere energía y uno no puede estar siempre a tope.
Además la inspiración se agota.
O al menos así me dejó la publicación de más de 2000 palabras del miércoles.
Al principio desbordas capacidad por aprender.
Sin embargo a medida evolucionas vas tirando de recursos, experiencia y metodología.
Si no descansas es imposible pensar cosas nuevas.
Las ideas también requieren tiempo.
Así que hoy he decidido que me tomo un descanso y como diría un sabio personaje de la tele:
¡Mañana más y mejor!
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