¿Cuándo es la última vez que te sentiste indefenso e incapaz?
Hoy he sentido en carne propia el poder de la tecnología afectar a mi intimidad. Y sí, me ha conmovido verme tan vulnerable.
¡Maldito micrófono!
Mi mujer y yo íbamos hablando tranquilamente en el coche una vez hemos conseguido que los niños se relajaran y se durmieran (al fin).
En un momento dado la conversación ha derivado sobre la cuestión de nuestros progresos para conseguir que los niños se cepillen los dientes sin enfados ni lloros. Sugerí que tal vez sería una buena idea comprar un cepillo eléctrico. Sería un juguete divertido que a pesar de no ser didáctico nos ayudaría a salir del apuro.
Instantes más tardes me ponía a trabajar mientras mi mujer conducía. He abierto la web de un cliente que tenía un vídeo en youtube y cuál ha sido la sorpresa al ver un anuncio que me ha llevado directo a la web de Amazon.
Vendían cepillos de dientes eléctricos.
Verdaderamente me he quedado muy sorprendido porqué:
- No recuerdo haber buscado nada relacionado en internet.
- Un anuncio en youtube me ha llevado a Amazon.
- Ha sido una cuestión de segundos.
No creo en las casualidades.
Me he asustado a pesar de que llueve sobre mojado para mí.
La intimidad, un precio muy elevado
Que pagamos por muchos y variados servicios de internet con nuestra privacidad es conocido por todos.
Facebook y Google nos espían para segmentar mejor su publicidad.
También muchos servicios como por ejemplo antivirus y algún que otro videojuego que nos descargamos gratuitamente.
¿Tal vez no es nuestra intimidad absoluta un precio demasiado elevado?ç
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Querido lector,
¿Te has sentido espiado en conversaciones de whatsapp? ¿Hablando por teléfono?
Entonces ten en cuenta que incluso Mark Zuckerberg o el Papa Francisco tapan la webcam de su ordenador.
Si te ha gustado este contenido te animo a leerme mañana, como siempre, en https://francescricart.com/blog
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