Recientemente he tenido un carga de trabajo lo suficiente elevada como para tener que empezar a dar lista de espera para algunos proyectos.
Algunas empresas deciden no esperar… pero otras si.
¡Menuda suerte!
Me he dado cuenta que cuanto mayor es la espera la expectativa y la presión por hacerlo bien son mayores.
¿Cual es el límite?
¿Que es preferible, lanzar varios proyectos a la vez o ir uno detrás de otro?
Las posibilidades son empezar un proyecto y una vez terminado enfocar el siguiente. O arrancarlos todos a la vez y ya se irán terminando en el tiempo.
En el caso de ir un proyecto tras otro (en serie) estás a expensas de que tu cliente te ayude todo lo posible en cuanto a entrega y creación de material multimedia. Sea fotografía, texto, audio, recortes de prensa, material promocional,…
El éxito está en un trabajo previo correctamente realizado en creación de contenido justo antes de empezar a maquetar la página web.
Se trata de una estrategia difícil que requiere de la colaboración de todos pero que me ha probado dar muy buenos resultados.
Minimiza las modificaciones y asegura que el resultado final es lo que se quería en la fase de planteamiento.
Si se combina con el tiempo de maduración y la reflexión suficiente, el resultado final termina siendo muy bueno.
¡Pasaros por esta página web que acabo de entregar justo hace unos instantes a partir del momento en que estoy escribiendo estas líneas!
En el segundo de los casos tenemos la opción de lanzar proyectos en paralelo. Nunca terminas de hacerlo todo bien.
Vas a trompicones y arrastrando todo un poco. Sin embargo es el mejor método cuando te falta material por todas partes. Lentamente se avanza…
Este segundo caso no me gusta porqué suele venir asociada de múltiples modificaciones de contenido de última hora que en ocasiones incluso me han obligado a replantear el proyecto entero.
Es preferible tener toda la información y contenido preparado de antemano a la implementación web.
Desafortunadamente lo habitual suele ser ir haciendo a medida que ahora te entregan textos, ahora fotos, ahora he pensado «que»…., etc.
Viene a ser el típico «vayan pasando».
Presión y calidad
Si vas a dar lista de espera en tus proyectos lo mejor es que la calidad lo haya merecido.
Cuando te retrasas por tu culpa o por causas ajenas no importa de quién sea la culpa.
Tu vas a cobrar más tarde y tu cliente se va a poner nervioso.
Además te arriesgas a traspasar una delicada línea roja en la que las expectativas no se corresponderán con la realidad.
Retraso = frustración.
¡Si das un plazo cúmplelo y se consecuente con los retrasos!
En caso de no poder cumplir… habla con tu cliente y explícale las circunstancias.¡Hey querido lector!
Esto ha sido todo por hoy.
Nos vemos mañana con un nuevo contenido sobre web.
Miniatura de Casey Horner en Unsplash
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