Hace unos días pregunté a mi red de Linkedin si prefería el proyector o la pizarra para dar clase.
Lo que más me sorprendió es que hubo compañeros que me respondieron.
¡Bien Francesc! ¡Pisando fuerte!
¿Que me dijeron?
Si de verdad tienes curiosidad por ello tal vez deberías seguirme en Linkedin y mirárlo tu mismo/misma. Más abajo encontrarás el enlace a mi perfil de empresa.
En esta sesgada publicación te doy mi opinión.
Proyectores
El proyector es un recurso docente muy práctico.
Entre los puntos fuertes:
- Te permite ganar en seguridad cuando necesitas la ayuda de un guión para el correcto desarrollo de la clase.
- Te permite visualizar vídeo y audio en clase.
- Bien usado en un complemento genial para cualquier formación.
- Se puede combinar con pizarras inteligentes.
En contra:
- Conviene no abusar. Se puede dar lugar al temido efecto power point.
- Cuidado con no quedarte demasiado estático en un punto.
- Los alumnos se acomodan y no toman apuntes.
- Si proyectas contra una pizarra la luz rebota y es bastante incómodo para ti y para los docentes.
- En muchos años raramente me encontrado una superficie bien pensada para proyectar. Siempre hay problemas de visualización en la pantalla.
- Los alumnos en el fondo de la clase pueden no ver bien el proyector.
Pizarras
¡Cuantos más colores mejor!
En mis inicios me daba pavor una pizarra. Sin embargo con el tiempo he ganado en seguridad y debo confesar que me encanta.
Estos son algunos motivos:
- Despierta la creatividad.
- Te puedes desplazar por todo el aula.
- Te ayuda a crear cercanía con tus alumnos.
- Es divertido.
- Obliga a los alumnos a tomar apuntes.
Sin embargo no está exento de problemas:
- Te vas a ensuciar la ropa tarde o temprano.
- La caligrafía es tu enemigo.
- Escribir en la pizarra es un proceso lento.
¡Hola!
Querido lector,
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