Hoy iba paseando con mis hijos cuando nos hemos cruzado con otro papá y sus hijos.
En condiciones normales sus hijos y los nuestros se hubiesen ido a jugar juntos.
Pero hoy, muerto de vergüenza, mi hijo mayor me ha susurrado:
– Papá, no me acuerdo de ellos, ¿quiénes son?
Los dos adultos en aquella escena nos hemos quedado asombrados y he sentido tristeza.
Maldito confinamiento.
Aprender a recordar y a deducir
Soy algo olvidadizo con ciertos tipos de información.
Lo paso verdaderamente mal para recordar los aniversarios de familiares muy próximos. O sus números de teléfono.
Incluso a menudo me cuesta horrores aprender los nombres de mis alumnos.
De modo que empecé a vivir más tranquilo el día que decidí aceptar mi falta de memoria y empecé a buscar trucos para recordar y deducir.
Estrategias que luego me fueron muy prácticas para mi vida laboral y educativa.
Estrategias, entre las que como ejemplo, se encuentran las propias líneas que ahora estás leyendo.
¿Qué he olvidado el nombre de una herramienta determinada?
Lo busco en mi blog.
Repasar y aplicar
Pero incluso el mayor experto termina olvidando todos conocimientos que no refresca de vez en cuando.
Todos nos oxidamos muy rápido y la única estrategia que funciona es repasar y aplicar.
En especial, cuando vas a impartir una formación de cualquier tipo.
Conviene siempre no confiarse y preparar la clase.
Hacer un buen repaso para recordar cómo lo sentiste la primera vez.
—
Querido lector,
Mis hijos poco a poco han terminado recobrando la memoria y han perdido la vergüenza.
¿Eres también de los que olvida la fecha de cumpleaños de sus padres?
Si te ha gustado este contenido te animo a leerme mañana, como cada día, en https://francescricart.com/blog
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