Muchos jóvenes deseosos de un título universitario abarrotan una aula: Se están examinando de una importante asignatura.
Se han preparado toda una vida y en la clase hace mucho calor. Las gotas de sudor resbalan entre los brazos y en algunos casos incluso se corre la tinta. Se atisba incluso algo de épica.
El reloj hace tic tac tic tac. Algunas respuestas salen solas. Otras hacen dudar incluso al más preparado. La presión es máxima y no se pueden entretener. El reloj avanza inexorable.
De repente suena una voz que lo paraliza todo:
– «Caballeros, dejen de escribir. El tiempo terminó.»
Lo que pasó a partir de este momento deja de ser importante.
¿Cuál será el veredicto final?
El día que el tiempo terminó
Bien.
Cierra ahora los ojos por un momento.
Imagina una sala repleta de tus familiares, amigos, saludados y algún desconocido.
Y tu ya no estás.
¿Cómo crees que te recordarán?
Sobre un examen, un adiós y la marca personal
Tras de ti queda el recuerdo que sellaste en las mentes y corazones de tus próximos.
La marca personal consiste en exactamente esto: cuando el tiempo termina ya no hay más historias que narrar.
Entonces ya es demasiado tarde.
Empieza desde ya a trabajar.¡Hola!
Querido lector,
¡Si te ha gustado este contenido te animo a seguirme en mi perfil de empresa de Linkedin!
Deja una respuesta