¿Algún trauma durante tu infancia?
A los niños les suelen gustar las mofas salvajes.
Recuerdo que en mi clase todos teníamos algún mote.
Cada cuál más bestia.
Bola ocho, peluco, metro cúbico, espaghetti... nadie se salvaba.
Era divertido ver como se reían del de al lado hasta que recibías tu dosis de trauma que ya no se borraba.
Luego venían las lágrimas y el juego se convertía en pesadilla.
Después maduras.
Opiniones online sobre empresas
Es curioso porqué algunas empresas que asesoro están encantadas con su presencia en el online.
Atesoran centenares de valoraciones positivas reales sobre su negocio en mybusiness (por ejemplo).
Más gente lo ve y reciben todavía más valoraciones.
Se genera un ciclo virtuoso y me dan las gracias por algo que en realidad es SU mérito y en absoluto el mío.
¿Entrar o no entrar al trapo del online?
En la otra cara de la moneda asesoro empresarios que no les va tan bien.
Reciben una valoración negativa y enseguida se desmoronan.
– Francesc, esto hay que quitarlo.
o incluso
– Contacta con google y que lo quiten, son nuestros proveedores.
Empresarios de éxito pensando que a Google les importan lo más mínimo sus lamentaciones.
¡No han entendido nada!
En realidad sólo les interesa su dinero.
Son las típicas empresas que no quieren saber nada de perfiles sociales ni en directorios porqué saben que van a recibir quejas.
Bien.
Tener perfiles activos en internet sirve exclusivamente para reaccionar ante situaciones de queja o incluso injustas (o no).
Si alguien está enfadado como mínimo tendrás derecho a réplica.
—
Querido lector,
La técnica del avestruz suele terminar mal.
Renunciar a tener visibilidad online simplemente por el miedo a la crítica es volver al patio del colegio de internet.
Madura y afróntalo.
No culpes a otro.
¡Trabaja tu reputación!
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