Hay personas a quienes nos gusta estar en todas partes.
Sea el tema que sea siempre queremos estar enterados de todo y mover los hilos.
Familia. Negocios. Ocio.
Describe una persona vital y con ganas de hacer cosas.
No debería ser malo.
Pero cuando es cuestión de negocios… a veces puede ser peligroso.
Hacer marcha atrás
Saber decir no es una virtud.
Recientemente me han pedido un trabajo muy ambicioso y sugerente.
Motivado por lo suculento del proyecto me dejé llevar y acepté.
Sin embargo ahora me veo sobrepasado.
Ser padre de dos hijos complica mi disponibilidad y ahora debo elegir muy bien a que dedico mi tiempo productivo.
Hubiese sido mejor renunciar desde un buen principio y evitar quedar mal.
Es preferible decir no a levantar expectativas que luego van a causar frustración en uno mismo y en tu cliente.
Aprender de los errores
Es una reflexion recurrente.
Da rabia pensar que siempre caes en la misma trampa por muy consciente que seas.
La moraleja es fácil: nunca des un si inmediato y tómate un par de días para pensar.
Generalmente cuando te dicen que algo es muy muy urgente y que no puede esperar es una de estas situaciones.¡Hola!
Querido lector,
¿Has errado en aceptar proyectos por los que no puedas cumplir el plazo al 100%?
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