En cursos de larga duración es frecuente que en algunas ocasiones el ritmo normal de la sesión se pueda ver interrumpido.
Los motivos pueden ser variopintos:
Puede ser alguna cuestión burocrática. Por ejemplo una visita espontánea de un inspector que necesita dar o confirmar algún tipo de información.
O sencillamente una decisión docente.
¿Que sucede cuando el bloqueo viene relacionado con un concepto en particular que se pueda estar explicando en un momento determinado?
Bloqueos mentales por parte del alumno
Por parte del docente siempre se intenta explicar todo lo más sencillo posible y adaptado al nivel de la audiencia.
Sin embargo los conocimientos son acumulativos.
La suma de dos conceptos sencillos hacen uno de complicado.
De modo que a medida que avanza el curso es cada vez más probable que se evidencien diferencias entre los niveles de cada alumno en el aula.
En general las causas más comunes por las que un alumno se bloquea son:[icon_list_item icon=»fa-times» icon_type=»transparent» title=»Conocimientos previos con una base débil» icon_color=»#dd3333″][icon_list_item icon=»fa-times» icon_type=»transparent» title=»El alumno se siente presionado por entregar algún proyecto.» icon_color=»#dd3333″][icon_list_item icon=»fa-times» icon_type=»transparent» title=»Desinterés o desmotivación.» icon_color=»#dd3333″][icon_list_item icon=»fa-times» icon_type=»transparent» title=»Sueño. Aquellas clases justo durante la digestión…» icon_color=»#dd3333″]Sería un grave error por parte del docente tensar demasiado la cuerda.
El grupo llegará más lejos unido que no como la suma de individualidades.
Cuando quién se atasca es el profesor
Una constante en la que me encuentro en muchas formaciones es que los alumnos tienden a pensar que sabes de todo y mucho.
Pero uno tiene límites.[icon_list_item icon=»fa-times» icon_type=»transparent» title=»Cansancio mental. Tras muchas horas de concentración es probable que el cerebro ya no de más de si.» icon_color=»#dd3333″][icon_list_item icon=»fa-times» icon_type=»transparent» title=»Contratiempos. El proyector no funciona, el ordenador se estropea, una impresión que no ha llegado a tiempo…» icon_color=»#dd3333″][icon_list_item icon=»fa-times» icon_type=»transparent» title=»La materia se ha oxidado y necesita un poco de refresco.» icon_color=»#dd3333″][icon_list_item icon=»fa-times» icon_type=»transparent» title=»Una pregunta difícil o poco habitual que te encuentras por primera vez.» icon_color=»#dd3333″][icon_list_item icon=»fa-times» icon_type=»transparent» title=»Simplemente te has equivocado y en ese momento no encuentras el camino adecuado.» icon_color=»#dd3333″]¿Qué deberíamos hacer entonces?
¿Reconocer el error? ¿Hacer como si no pasara nada?
En mi opinión la mejor alternativa pasa por ser sincero con los alumnos y pedir su colaboración.
Nunca he tenido problema en ello.
Es más, considero que es algo normal que humaniza al docente y lo acerca al nivel del aula e incluso puede llegar a motivar al alumno.
Siempre se entiende perfectamente que uno puede tener un mal día.¡Hey querido lector@!
¿Como lo ves tu? ¿te has encontrado en esta situación alguna vez?
¿Como te sentiste?
Miniatura de imagen: Ben Hershey en Unsplash
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