
15 May Cuando son los alumnos quienes enseñan al profesor
En los cursos de formación ocupacional veo perfiles de todas las edades y procedencia laboral.
En general los casos típicos terminan siendo:
Veo al adolescente que busca su primer trabajo serio y tiene dudas sobre lo que le gustaría hacer con su vida.
Al profesional que por circunstancias de la vida hace un kit kat en su camino y quiere aprovechar el tiempo.
Al que estudia porque se lo puede permitir.
Almas desorientadas.
Al experimentado veterano que las ha visto de todos los colores.
Con todos se ellos se comparten muchas horas. Llegas incluso a compartir más tiempo que con tu familia.
Da tiempo para para enfadarse, desenfadarse.
Y sobre todo para aprender.
Es el ciclo del aula.
Ciclo virtuoso
Todo el mundo es libre de elegir su grado de implicación en el aula.
Siempre hay quien prefiere mantenerse en la distancia.
Pero los cafés, las pausas… facilitan en muchas ocasiones (no siempre) el grupo termine siendo una piña.
Es una de las sensaciones más satisfactorias que puedes experimentar en clase.
Cuando esto sucede se inicia un círculo virtuoso en la que todos aprendemos de todos.
Los profesores de los alumnos y viceversa.
Entonces es cuando muchos compañeros se abren.
Descubres que detrás tienen un recorrido vital impresionante.
Y a menudo los grupos son tan heterogéneos que es imposible no aprender siempre desde ángulos distintos que en muchos ocasiones no te habías cuestionado.
Algunos te hacen replantear lo evidente.
Otros te comparten sus experiencia.
Debo admitir que cuando se llega a este punto me siento profesionalmente realizado.
Siempre hay un lado positivo
Sin embargo hay ocasiones en las que no todo sale como a uno le gustaría.
Puede haber muchísimas circunstancias que pueden influir.
Un horario.
Un temario difícil.
Personalidades opuestas.
Fallos de comunicación.
En estas circunstancias llega un momento en el que te das cuenta que al final nadie es perfecto.
Todo el mundo se equivoca y es inútil buscar errores.
Hay que mirar el lado positivo de las cosas e intentar hacer que todo vaya mejor para sacar el máximo provecho de las circunstancias y seguir avanzando.
Aún así te llevas grandes alegrías y siempre hay oportunidades para aprender.
¡hey querido lector!
Hoy me he puesto un poquito filosófico.
¡Mañana volveré con más y relacionado sobre web!
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Ana Mª Recasens Delgado
Posted at 18:59h, 16 mayoFui alumna de Francesc y no puedo dejar pasar la oportunidad de compartir mi experiencia. Cuando te matriculas en un curso estás a la expectativa de cómo será el “profe” y es de agradecer que te contagie de su entusiasmo, enseguida puedes reconocer en sus clases, que domina la materia que imparte. Es un profesor fácil de admirar porque transmite sus conocimientos, actualizados y por supuesto extensos. También tengo que comentar el grado de responsabilidad con la clase, él hace que todos se sientan partícipes y que no sea un simple monólogo aburrido. Puedes apreciar desde el minuto 1, el interés por hacer bien su trabajo. ¡Enhorabuena Francesc!
Francesc Ricart
Posted at 19:15h, 16 mayo¡muchísimas gracias Ana! ¡creo que me voy a hinchar como un pavo! 🙂