01 Ene El balcón más luminoso por navidad
En Navidad algunos vecinos suelen entablar una especie de competición por el balcón más espectacular.
El mayor consumo de vatios por segundo.
El Papá Noel más realista colgando.
El que le importa todo un comino.
El caso es que el otro día hablando con un conocido surgió la siguiente conversación:
– oye francesc, ¿por qué no pones luces en la fachada de tu casa?
– yo suelo celebrar la navidad dentro de casa y no fuera.
Y es así.
¿cuál es la necesidad de lucir en el exterior?
La página web más llamativa
Una página web llamativa es importante.
Sin embargo si nos perdemos en las animaciones y los fuegos de artificio puede que el lector, lejos de una primera gran impresión, no encuentre lo que busca.
Si el objetivo es generar una primera gran impresión genial.
Ahora bien, si lo que se intenta es retener, entonces es una opción necesaria pero no indispensable.
El mejor contenido
De igual modo que no necesito decorar en exceso la fachada de mi hogar con una página web sucede algo similar.
En ningún modo digo que el apartado estético deba estar descuidado.
Más bien que cuando se accede al interior la página debe ser cálida y transmitir un mensaje adecuado.
Unos buenos contenidos que expliquen algo interesante.
¡Hola!
Querido lector,
La estética y el contenido son importantes.
Obviamente no se pueden descuidar ninguno de los dos.
Aunque tengo claro que si se trata de vender una primera impresión no es siempre suficiente.
Es necesario convencer.
¡Si te ha gustado este contenido te animo a seguirme en mi perfil de empresa de Linkedin!
Entradas relacionadas:
Imagina ser un experto en una materia determinada pero que un cliente te reclama que algo no funciona correctamente...la primera vez corres y no es culpa tuya. ¿Que haces la segunda y la tercera?
Unas pequeñas modificaciones en mi sitio web me han llevado a pensar lo mejor. ¿me habían hackedado?
En el camino más recóndito siempre hay alguien. En internet pasa lo mismo. Vas a vender igual, pero menos. ¿Qué tal invertir en tráfico online?
Hoy he sentido en carne propia como el poder de la tecnología afectaba mi intimidad. Todo por culpa de un cepillo de dientes.
La gente tenía tantas ganas de salir a la calle que hoy medio país tiene agujetas. Con las páginas web pasa algo muy parecido.
Cierto es que la culpa de perder el tiempo en las redes sociales es tuya. ¿Pero qué tal si culpamos a alguien de carne y hueso?
No Comments