Imagínate en plena noche buscando como llegar a una dirección concreta.
La ciudad está vacía y ves una alma solitaria paseando su perro.
¿Qué haces?
Si fueras mi hermano seguirías buscando antes que molestar al pobre peatón.
Exactamente lo mismo que cuando eres un adolescente y la ves a ella.
Es muy sencillo, sólo tienes que ir a saludar y bailar.
Pero no te atreves.
Salir a vender
El otro día escuchaba alguien que había trabajado de comercial.
Puerta fría.
Reflexionaba que era un trabajo muy duro y que no lo volvería a hacer. Aún así decía que al final se acostumbró al NO.
Me hizo reflexionar que es una lástima que debamos llegar a este punto.
Vender SI es en ocasiones una profesión muy grata. Debemos desestigmatizar el perfil del vendedor de enciclopedias. La profesión de vendedor es mucho más amplia.
Como mi hermano, si no sales a preguntar nunca encontrarás la respuesta que necesitas.
Esperar que llegue tu oportunidad
En mis noches de universitario comprobé que en las fiestas saludabas a más gente quedándote estático en un punto que desplazándote tu por toda la discoteca.
Era un fenómeno muy curioso.
No siempre es necesario ir. Sin embargo si es muy importante que aún así sepas romper el hielo.
Como digo en el titular:
¡El que tiene vergüenza ni come ni almuerza!¡Hola!
Querido lector,
¿Eres de los que van o de los que se quedan? Sea cuál sea tu estrategia piensa que al final siempre depende de ti. ¡Deja la timidez para otro momento!
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