Hoy he estado en una fiesta de cumpleaños de un niño de 3 años.
Globos, bocadillos, ganchitos y niños hiper excitados.
Habíamos comprado un libro precioso dedicado por el autor como regalo.
Al lado de nuestro regalo había un paquete inmenso que escondía una carretilla de plástico para niños.
El chico sólo ha tenido ojos para la carretilla. Normal.
Esto me ha hecho pensar en algunos de mis clientes.
Lo visual entra mejor por los ojos
Trabajo como marca blanca para una empresa.
Uno de mis clientes es un intermediario para quién realizo servicios de SEO y copywriting en un sector altamente competitivo.
El a su vez el entrega a su cliente final. Y su cliente final está contento y ha pedido más de mis servicios.
El caso es que discutiendo a que dedicaríamos el incremento de presupuesto el intermediario me dijo…. procura que sea algo muy visual y que de resultados rápidos.
Uhm.
SEO y resultados rápidos no son compatibles.
Lo que viene siendo bueno, bonito y barato ya sabemos todos como termina.
Pero que le vamos a hacer… el niño quiere la carretilla y no atiende a razones.
El libro dedicado por el autor tendrá que esperar.
Estar en el momento oportuno en el lugar adecuado
10 niños a una fiesta de cumpleaños. Los abuelos. Los tíos.
Es casi tan terrible como la navidad. Todos con sus regalos minuciosamente envueltos con papeles de colores.
¿Como podemos pedir a un niño de 3 años que atienda con delicadeza todos?
El más grande manda.
Así que me he dicho…
¿Y si se lo hubiese dado mañana o en otro momento?
Cuando entregas de golpe más valor de lo que tu cliente está preparado para entender lo mejor es irlo haciendo en cápsulas.
De lo contrario es lo mismo que no hacer nada. No se valorará.¡Hola!
Querido lector,
¿Alguna vez te ha sucedido como a mi?
Lo visual manda. En cápsulas es mejor.
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