Las palabras más emotivas que jamás he escrito lo eran para mí. La boda de mi hermano, mi primer desamor, el segundo, el tercero…
Verdaderamente había un sentimiento profundo que se transmitía. Y no, mi ex no volvió conmigo.
Si me piden que escriba algo emotivo para un empresa tiemblo.
¿cómo una empresa puede llegar a emocionar de verdad con mis palabras?
El poder de las emociones
Hay cantantes con canciones horribles que ganan muchísimo dinero porqué saben emocionarnos.
Cierto es que de redactor a artista del espectáculo hay un buen camino.
Ahora bien, hay cosas que podemos hacer.
Podemos explicarlo como si fuera un cuento.
Ponernos en la piel de la persona que nos lee para que lo sienta en carne y hueso.
Atacar el punto de dolor para producir intriga o miedo y que el lector necesite saber qué pasó después.
¿y entonces?
No tengo una varita mágica. Ya te digo que no soy artista de pop.
El riesgo de caer en la cursilería
En el garage de mi casa tengo un montón de cajas de recuerdos por organizar.
El otro día estuve removiendo algunos y encontré un viejo plástico lleno de cartas de amor.
No cartas de amor cualquiera.
Cartas de amor de cuando se rompe la relación.
Y pensé… madre del amor hermoso, ya no me acordaba de nada pero debía estar fatal.
Incluso sufrí por alguien que parecía ser yo.
Me enganché aunque en ciertos puntos me entraba la risa.
Este es el poder de las emociones.
—
Querido lector,
He recibido un encargo para escribir algo que toque la fibra sensible del lector.
Por el momento no encuentro la inspiración pero seguiré pensando…
Si te ha gustado este escrito te animo a leerme mañana, como cada día, en https://francescricart.com/blog
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