04 Ene La mamá que no se quería tatuar y la revolución digital
Me encantan las cafeterías en las que además de buen café encuentras verdadera inspiración.
Siempre me han dicho que no debes poner en oído en conversaciones ajenas pero es demasiado tentador.
Mismas mesas, diferentes personas, conversaciones previsibles. Pero hoy he escuchado algo realmente bueno:
– Mamá, ¿entonces vas a ir a hacerte el tatuaje?
Cric, cric, cric.
– Mamá, ¿pero te lo vas a hacer verdad? ¡Ahora he explicado a todas mis amigas que te lo harías! Mira, en una semana me haré uno pequeño en un costado con la palabra Enjoy y en el otro lado las palabras Your Body. Y en 6 meses todo el brazo. Voy a esperar a después del verano.
Cric, cric, cric.
– Mamaaaaa pues es el regalo de tus hijassss y además son nuestros rostros.
La mamá estaba pálida.
Mejor se lo quede la Generación Z
En este momento la realidad me ha invadido.
¡M**** pero si yo ya soy papá! ¿Cuántas cosas me estaré perdiendo?
Snapchat se me queda grande. Y con Twitch parece que me he puesto las pilas.
Incluso Facebook e Instagram van a toda pastilla.
Ya no te digo los tatuajes.
Seguir el ritmo cuesta cada vez más.
La brecha digital es exactamente cuando unas hijas le regalan unos tatuajes a su madre con sus rostros y esta decide que ya no está para estas guerras.
Siendo milennial creo que tampoco es ara mi.
Tatuarse no sirve de nada
Si ahora la mamá se vuelve una rockera y se deja el cuerpo como un Picasso no se hará más moderna.
El cambio se lleva por dentro. Es una actitud. O estás dispuesto a seguir la batuta o no.
Por mucho que intentes aparentar no vas a estar a la última.
Exactamente lo mismo sucede lo mismo con la tecnología.
El blockchain, las criptomonedas, la nueva internet, la IA…
Toda llega con con mucha fuerza. Renovarse o dejarse arrastrar por la corriente.
¿Estás dispuesto a asumir el cambio o prefieres negarte a la realidad?
¡Hola!
Querido lector,
En los próximos años llegan cambios profundos que no podemos imaginar como afectarán a nuestra vida cotidiana.
Aunque algo está claro, unos cuantos nos adaptaremos y muchos no.
¿Como estás de energía para renovarte digitalmente?
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