24 Dic Ofrecer servicios: ¿Un acto de amor o sólo negocios?
Los adultos nos desgallitamos por hacer felices a los pequeños de la casa.
Nos inventamos la historia de los reyes magos, disfrazamos de rojo y les ponemos barba a señores en los centros comerciales, y en algunos lugares incluso le damos de palos a un tronco mágico para que haga salir regalos.
Pero esto no es amor. ¿Tienes hijos?
El verdadero amor es levantarse cuantas veces sea necesario durante la noche y dejar todo de lado sin volverse loco. Jugar con tus hijos, estar cuando hay que estar.
Esto me ha hecho pensar en algunas empresas para las que he trabajado años atrás.
Trabajo no remunerado
En alguna ocasión he escrito sobre mi admiración a los papás y mamás autónomos que además gestionan un negocio.
Un aplauso para todos ellos.
Cuando ofreces servicios hay ocasiones en las que la relación cliente no dista tanto.
Haces cosas que harías para tus hijos. Me explico:
- Urgencias a precio de no urgencia.
- Trabajos que no forman parte de tu negocio principal y que haces por hacer un favor.
- Empresas para las que hace tiempo que siempre tienes un ojo puesto y el día que ves que alguna cosa no va bien intentas ayudar.
Son sólo algunas situaciones comunes con las que me encuentro.
El riesgo de acabar trabajando gratis por el mero hecho de hacer un favor es elevado.
¿Te sucede?
La clave es la comunicación
Algunas normas básicas de convivencia son:
- Si algo no vas a poder hacerlo di que no lo harás. En su caso recomienda a otro profesional.
- Si detectas un problema informa dando la solución o como lo puede solucionar y dejando bien claro quién le puede ayudar. Si nadie ha pedido tu opinión no te metas en líos.
- Si vas a facturar el servicio deja claro desde buen principio que no es un favor. Ten un poco de mano izquierda.
Estas son sólo algunos puntos importantes en las que fallo a menudo. El objetivo es hacerlo cada vez mejor…
En cualquier caso ten en cuenta que en ocasiones no facturar algo hoy significa ganar mucho más mañana. No siempre hay que esperar un retorno económico a cambio.
¡Hola!
Querido lector,
La delgada línea entre facturar y no facturar es simplemente muy estrecha.
Dejar de facturar servicios no siempre es un acto de amor. También puede ser esperar algo más tarde.
¿Cómo lo ves tú?
¡Si te ha gustado este contenido te animo a seguirme en mi perfil de empresa de Linkedin!
Entradas relacionadas:
237 valoraciones en Google My Businness y una media de 4.3 estrellas sobre 5. El vecino te dice que no vayas. ¿a quién le haces caso?
Hoy he sentido en carne propia como el poder de la tecnología afectaba mi intimidad. Todo por culpa de un cepillo de dientes.
Solemos casarnos con el primer actor que sube al ruedo hasta que llega una flor más bonita. Usamos whatsapp porqué fue de las primeras pero telegram baila solo. ¿Por qué razón utilizas whatsapp? En e...
La titulitis es un problema inherente en la formación. ¿Cómo queda ahora que el online está tan de moda?
Estar confinado con 2 niños pequeños es intenso. Ellos necesitan actividad y creatividad. Y yo ideas.
Sigo sin ver el sentido a llenar las bolsas de los compradores con grandes rebajas justo antes de Navidades. ¿A quién beneficia el #BF?
No Comments