Los certificados de profesionalidad son cursos de una duración considerable.
Quién se los toma en serio termina sacando provecho de ellos.
Los que no, pues pierden el tiempo. Una lástima.
Hoy os hablo de un grupo de alumnos de un curso de confección y publicación de páginas web que al principio estubo a un tris de tirar la toalla con el Javascript.
Pasadas más de 400 horas de curso han demostrado ser un diamante en bruto.
Necesitan práctica.
La diferencia entre el nivel de las preguntas que hacen ahora y el que hacían al iniciar el curso es abismal.
Ahora sencillamente son capaces de plantear problemas complejos como la suma de otros más sencillos. Da igual que sea un CMS wordpress o prestashop, html, css o javascript.
¡Misión cumplida!
Aunque no caigamos en error de atribuirse méritos que no me corresponde a mi… el mérito es 100% de ellos por creer que podían hacerlo y por aguantar en los momentos difíciles.
Para mi también ha sido un curso muy complicado.
Por el camino hemos tenido tiempo de enfadarnos y desenfadarnos. Discutir y reconciliarnos.
En realidad esta edición es de las más difíciles que recuerdo.
Hay momentos en los que he estado a punto de rendirme.
Pero esto va a quedar entre ellos y yo… ¡forma parte del ciclo del aula!
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