10 Abr Atémonos bien los cordones de los zapatos
Se habla ya de la peor crisis económica desde el 1929. Lo dice el FMI pero no hay que ser muy observador para ver que viene una crisis económica gorda.
Al salir de nuestras casas habrá un repunte puntual de la actividad.
Pero pronto nos daremos cuenta de que las familias y las empresas han agotado su liquidez.
Muchos negocios no habrán podido aguantar el cese de actividad. O se darán cuenta de que muchos particulares habrán acusado dos meses con ingresos mínimos en sus cuentas corrientes y se lo piensen mucho antes de comprar.
La globalización se habrá parado temporalmente. Muchos países que ahora empiezan a sentir los efectos del confinamiento ni exportarán ni importarán.
A nivel macro es un desastre.
A nivel micro pocos serán los que podrán o querrán gastar.
Una crisis de consumo
El confinamiento nos ha demostrado que hay muchos bienes y servicios que verdaderamente no necesitamos.
Esta crisis ha avanzado algo más gordo.
Un cambio de modelo del que hace años que se habla: ahora si, la transformación digital.
¿Qué bienes y servicios van a tener más protagonismo?
Un mundo digital
Como avanzaba Genís Roca hace 10 años, todos los productos susceptibles de transformarse en servicio digital lo harán.
A modo de ejemplos clásicos en Spotify te dan toda la música que quieras y pagas una membresía por el servicio.
En Netflix encuentras todas las series que te dé tiempo de consumir y también pagas una membresía.
Y lo mismo pasará con una gran cantidad de productos y servicios.
Lo digital no sustituirá lo tradicional, aunque es obvio que es cuestión de avanzar unas cuantas generaciones hasta que se normalize.
Formación digital para todos
El Covid-19 es un examen incluso para los más digitales.
Es muy distinto dominar herramientas de teletrabajo a saber organizarse y pasar a pensar a distancia incluso para hablar con tus familiares.
Todos nos vamos a tener que formar.
Todos deberemos aprender a desaprender.
Y aquí hay una gran oportunidad y desafío.
¿Vas a saber dar el salto?
¿y tu negocio?
—
Querido lector,
Ponte las pilas.
Será salvaje.
Quién no lo haga se quedará atrás.
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Unas obras de demolición pueden dejar grandes vistas. Romper con lo preestablecido a veces es la mejor opción de todas.
Ferran
Posted at 09:07h, 11 abrilBon dia Francesc
Bon article